El amor es una fuente inagotable de reflexiones: profundas como la eternidad, altas como el cielo y grandiosas como el universo.
"Los edificios arden, la personas mueren, pero el amor verdadero es para siempre"


martes, 7 de enero de 2014


Nos buscamos los siete días de la semana frente al computador, hablamos de sueños, de esperanzas y deseos, desatamos nuestros corazones y cada palabra tecleada por nuestros dedos transmite el Amor. Nos buscamos del otro lado de la pantalla, es un misterio indescriptible, pues podemos sentir nuestras respiraciones y miradas. Termina y vuelve a comenzar los siete días de la semana, seguimos conectados con hilos invisibles e interminables de profunda amistad y comprensión. No podemos vernos, ni tocarnos, sin embargo hemos recorrido cada detalle, cada comentario, cada palabra de aliento y Amor. Tal vez el romanticismo nos invada, pero bendito romanticismo que nos hace Amar de esta manera, con la fuerza poderosa de la verdad.


Siempre nos conocimos y no sabíamos que existíamos, siempre nos buscamos y no sabíamos donde andábamos. Hoy podemos decir, que nos buscamos los 7 días de la semana, en cada detalle y en cada gesto, en el aire que respiramos; nos buscamos del otro lado de la computadora, en cada palabra dicha, en cada día y en cada semana; nos buscamos porque somos caminantes y compañeros de travesía, viajeros incansables del tiempo y de la eternidad; nos buscamos porque juntos formamos una LUZ tan grande, que alumbramos el sendero y el AMOR de nuestras vidas infinitas y universales, que nos conducen al origen de nuestra verdad.

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